domingo, 25 de octubre de 2009

Azorín

Nacido en 1873, trabajo como periodista en el diario El Pueblo. Se distinguió por sus ideas anarquistas e iconoclastas y ataco con agresividad las conductas burguesas tradicionales asi como la Iglesia y el Estado. Durante la Guerra Civil se exilio en Francia y a su regreso llevo una vida tranquila en Madrid dedicada a la creacion literaria.Es considerado ante todo como un magnifico ensayista, puesto que es quien analiza minuciosamente los detalles de la vida cotidiana y nos descubre en ellos un riquísimo mundo de sugerencias y asociaciones.
En sus obras literarias sobresalen principalmente tres temas: la meditación sobre el paso del tiempo, la evocación del pasado y la recreación subjetiva del paisaje.En su narrativa se produce una cierto desinteres por la acción predominando asi la morosidad en todas sus novelas. La acción es lenta sin apenas argumento.
En la contemplación y descripción del paisaje es donde Azorin nos descubre su enorme capacidad literaria. El paisaje que había sido utilizado como elemento secundario de la narración se convierte especialmente con Azorin en el protagonista de la obra, en un personaje vivo que guarda dentro de si los avatares de cuantos lo han transitado. Su mirada sobre el paisaje es enteramente subjetiva y lirica.
Por esto el arte de Azorin se manifiesta en la descripción, donde posee grandes capacidades que le han ayudado a convertirse en maestro de escritores. Su técnica es impresionista, atiende a la impresión que le produce la realidad. Su prosa es muy cuidada y estética, de admirable pulcritud estilística. Asombra con la palabra inesperada y precisa, utilizando arcaísmos y una adjetivación abundante. En su sintaxis predominan la oración breve y la coordinación.

Obra ensayística

Azorin realiza una esplendida labor ensayística en la visión de personajes y situaciones, rememorando acciones como si volvieran a suceder, a través de la contemplación de lugares, persona sy hechos del pasado. Sus ensayos mas importantes son:

La ruta de don Quijote (1905)
Los pueblos (1905)
Castilla (1912)
Clasicos y modernos
Al margen de los clásicos (1915)

Obra narrativa

La voluntad (1902), Antonio Azorin (1903) y Las confesiones de un pequeño filosofo (1904) forman una trilogía protagonizada por Azorin, personaje del que tomo el autor su seudónimo. Refleja en ellas la actitud de apatía espiritual.
La voluntad se desarrolla con muchos datos autobiográficos. El protagonista es un joven taciturno y meditativo, al quela idea de la inutilidad y vanidad de todo esfuerzo humano paraliza cualquier impulso de su voluntad.
En Don Juan y Doña Ines remite a los personajes de Don Juan Tenorio. En Don Juan el protagonista es un hombre corriente de escasa personalidad. En Doña Ines, la historia de amor imposible de la protagonista se convierte en el símbolo de una experiencia que se repite eternamente. Apenas predomina la descripción sobre la acción.

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