martes, 27 de octubre de 2009

Antonio Machado

Antonio Machado, gran poeta de Fin de Siglo, publicó por primera vez en 1903, Soledades, libro de poemas en el que incluía 42 composiciones escritas entre 1899 y 1902; pero no satisfecho lo rehizo dando lugar a Soledades. Galerías. Otros poemas publicado en 1907, donde Machado va más allá de la estética modernista.
Machado emplea un lenguaje contenido y discreto, dejando atrás el sensual y deslumbrante del modernismo, porque su concepto de la poesía es más existencial y espiritual.
En este primer libro, aparece una subjetividad que busca identificarse con la de los lectores para universalizarse. Machado medita sobre el tiempo, la impresión que deja en la vida el paso del tiempo. Es el tema recurrente en todos los poemas. Se trata de dos tiempos, el cronológico que marca mecánicamente el reloj, y el psicológico, el interior del poeta. Sin embargo, no solo escribe acerca del tiempo, también encontramos temas subordinados, como por ejemplo la soledad, la infancia irrecuperable, la angustia, la muerte, el amor… En un tono nostálgico y melancólico impregna el lenguaje machadito del uso preferente de palabras-símbolo. Observamos una cuidada adjetivación. Machado no escribe poesía pura.
En Soledades; el tema de Abril es uno de los temas más importantes, representa el querer desplazar el característico tópico verlainiano del otoño. Esto va unido al empleo de una terminología religiosa, además, temas con asociaciones religiosas: las campanas de la iglesia simbolizan la irreversibilidad del pasado. En Soledades vemos un Machado con visión emocional del paisaje y utiliza el tópico de abril para expresar el concepto de la fatalidad que tiene angustiado al poeta.
A parte, en otro poema de Soledades vemos como tema la inexorabilidad del destino, la significativa metáfora del agua que corre del mismo modo que se nos pasa la vida, aparece también alguna visión femenina, personifica el paisaje, y en algunos poemas vemos diálogos entre el poeta y elementos de la naturaleza…
Es pues Soledades su primer libro que más tarde se convertiría en Soledades. Galerías. Otros poemas.
En este último poema representa un hombre acabado, nos hace ver que se siente un hombre agotado; pero, de pronto, en un poesía muy significativa, reacciona contra es idea que tenía de sí mismo. Esto lo representa en el poema LX, nos dice que pasado un periodo de esterilidad está produciendo versos con sus penas o sus sueños, que él ha cambiado su actitud ante el mundo, lo que antes era soledad y vaga angustia, se convierte ahora en clara consciencia del misterio de la vida, se da cuenta de que hay que aprovechar la vida y no esperar a ver que hay después de la muerte, Así pues, esta poesía parece indicar un cambio de actitud. Pasa de la amargura, de la obsesión dominante por la falta de amor a la metafísica. Posiblemente en ello influyó su soledad. En un poema, el LXXVII, recordando encuentra que la causa es haberse sentido él siempre, desde niño, como perdido en el mundo. El poema éste, es un mirar hacia dentro, es indagar en su interior.
Machado nos hace acompañarte paso a paso en su reflexión, no nos comunica algo que él sabe como una noticia sino que nos hace participar en lo que poco a poco el va descubriendo; o al menos esa impresión nos produce.
Así pues, en la segunda parte del poema vemos como en esa angustia, en ese dolo, hay dos elementos: unos es la nostalgia de la vida buena y el otro la soledad, una soledad que va a seguir indagando en el resto del poema.
Otro poema, en el VI, encontramos que Machado, en ocasiones habla con su tristeza, con su angustia, que ésta no es nueva, es la de siempre y la relaciona con su falta de amor y su pérdida de juventud. Y continúa en el poema VII, poema que todo parece una invención, un modo de decirnos que su pena y su sed son viejas, que ya las había sentido antes.
Pero, años más tarde, Machado da un giro en su trayectoria poética con Campos de Castilla. Este libro supuso un cambio de perspectiva, de temas y de tono. Ahora atiende al mundo exterior: Castilla, España, los españoles y la naturaleza es lo que ahora llaman su atención y la crítica se hace presente en sus versos. Se interesa por el paisaje y el paisanaje y su afinidad con el espíritu noventayochista orientan el nuevo proyecto poético de Machado.
En la nueva versión de Campos de Castilla publicada en 1917, el poeta incluye poemas descriptivos y reflexivos sobre el hombre y las tierras de Castilla; en lo que expresa preocupación por la grave crisis política y cultural que atraviesa España. Añade Campos de Soria, nueve poemas de tono íntimo en los que contempla con mirada comprensiva la tierra Soriana y los cuales representan un paso decisivo. Representa un intento concentrado de recapitulación.
El concepto y la idea predominarán; los temas civiles, las sátiras, las meditaciones sobre la muerte, la existencia de Dios… pero finalmente el poeta volverá a la Castilla de <> donde un pequeño mundo se beneficia del itinerario.
Además incluye poemas inspirados en Leonor, poemas de Baeza… En Campos de Castilla Machado emplea un lenguaje poético sencillo y austero. Un estilo caracterizado por la sobriedad y la naturaleza expresivas, ajeno a cualquier exceso retórico. Además temas objetivos, filosóficos e históricos dan lugar a poemas que la función de un proceso es importante y hasta algún poema dibuja la inmovilidad, que diálogos entre las dos partes darán lugar a primeros poemas que constituirán la primera parte de Campos de Castilla. Pero según avance el libro, se irán desenvolviendo tres formas principales de proceso: el narrar, el describir y el meditar. En este libro podemos observar un itinerario temporal, señalado de vez en cuando por hitos geográficos y cronológicos y que encierra un relato de carácter personal, la muerte de la esposa del poeta. Dicho itinerario, ya nombrado anteriormente en Campos de Soria, nos conduce de Castilla la vieja a Andalucía, es decir, de una Castilla vivida, descrita y meditada sobre la marcha, a una Castilla recordad y meditada desde Andalucía.
En Nuevas Canciones (1924) recoge sus últimos poemas, escritos en Baeza y los de su etapa segoviana. En este libro hay heterogeneidad. Es un libro utilizado para la búsqueda de nuevos caminos, nuevas veredas para que sin repetirse rectifica opiniones emitidas años atrás. En Nuevas Canciones incluye hasta una veintena de sonetos, las cuales están vueltas a su pasado, a sus desengaños… También nos muestra su temprana preocupación filosófica, que precisamente fue en Baeza coincidiendo con la crisis poética. Finalmente nos muestra como Machado conoció el amor, el amor con Guiomar conocido como do soledades en una. Dicho amor lo idealiza, llama diosa a Guiomar y él sólo aspira a ser conocido como su poeta.
Y así, un amor hondo, auténtico, pero refrenado por mil tirones paralizantes, tampoco ayudó a avivar la llama de Machado, que ya en sus últimos años en vez de escribir versos, filosofaba, o intentaba filosofar.
Su último libro de poesía es Cancionero apócrifo, cuyos poemas eran de desigual extensión. Con ironía y escepticismo reflexiona sobre distintos temas, relacionados con la filosofía, la moral, la sociedad, el amor, Guiomar…
El Cancionero apócrifo ocupó los últimos doce años de la vida de Machado.

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